Ojaldre

 En este mundo, no solo existen los funcionarios acomodados, los amigos acomodados y los indeseables acomodados (lejos, claramente), también existen las frases acomodadas.

¿Cómo funciona ésto? Fácil… hay cosas que no entran ni con calzador porque, seguramente, le van a caer mal al que escucha, pero, pueden ser acomodadas fácilmente por el emisor del mensaje. Lenguaje pomposo, sí.. pero es porque de ahora en adelante me voy a poner berreta.

El “acomodador” por excelencia es la frase “…pero ojo…”. Con el “…pero ojo… “ arreglamos todo. Piénselo, pero ojo, si no puede nosotros lo ayudamos (acá lo tratamos de choto, vio? )

Ejemplo 1: “Tu hermana es tremenda turra”. Ofensivo.. sin lugar a dudas. Ahora mire cómo queda con la frase “la gotita”: “Tu hermana es una turra, pero ojo, a mí me cae bárbaro”.  

¿Se da cuenta que fácil fue?

Va otro ejemplo: “la verdad que este bar es una porquería”. Aplicando la ecuación… “la verdad que este bar es una porquería, pero ojo, me gusta y vengo”. No tiene nada que ver que piense no volver jamás.

Ahora vamos con una dolorosa: “se murió el cotorrudo del 302”… nuevamente “se murió el cotorrudo del 302, pero ojo, nos hacia la vida imposible a todos los vecinos”. ¿Qué ha cambiado? El tipo es un cotorrudo igual, pero para el que recibe el mensaje, ustedes no es tan yeguo/a.

El algoritmo vendría a ser algo así: [frase dolorosa] pero ojo [frase no tan dolorosa]

Hubo que explicárselo de forma básica porque nuestro lector promedio es un vago que entiende poco, PERO OJO, los queremos.