Carta abierta al MIDES

Hola, no quiero laburar. Ese es, más o menos, mi problema. 

 

No paso la vida atravesando demasiadas dificultades: no tengo delitos en mi legajo, ni siquiera entradas en la comisaria por borrachera, grafitiada, ni nada; ta, capaz que me suspendieron en el liceo una vez por una broma de mal gusto, pero no creo que eso cuente porque nos suspendió la directora antes de que pasara a la seccional, la llamaron, si, pero no nos vendieron.

 

No puedo utilizar en mi defensa que padezco algún síndrome que no me permita desempeñarme laboralmente, ni siquiera padezco alguna discapacidad, al menos no de las visibles... o de las que tenga conocimiento.

 

Soy sanito, no en el sentido estricto, sanito onda "pero que gurí sanito" sin tener en cuenta el resultado del carnet de salud y eso del colesterol que apareció, que supongo ya se fue, respaldando la teoría de "si no se que está ahí entonces está todo bien".

 

El tema es que yo no quiero laburar, son muchas horas y va en contra de mis más profundos principios de "me gusta mirar tele, leer y dormir", como usted ya podrá haber notado, señor Mides, si laburo no puedo hacer ninguna de las tres cosas, o peor, las hago mal. No estuvo bueno esperar toda la noche para bajar y ver el final de Lost, para luego venir a laburar cansado: el laburo es un desubicado.

 

Laburar tiene otros efectos colaterales: ya de pique odiamos los lunes, pues laburando son peor! y ojo que no tengo drama con ningún otro día de la semana, ni siquiera con los miércoles (esos desubicados miércoles) mi drama (y el de otros tantos votantes registrados) es el lunes. El laburo no quiere al lunes, lucha en su contra y va ganando por goleada.

 

Si no laburara, tampoco tendría problemas con los feriados, donde los ubiquen, para mi, estaría bien, y hasta te meto algún desfile que otro, con globo y pororó... te juro que hasta me compro la remera de "Amo Uy" que bastante pedorra es, peor es en mi.. con un globo.. y llena de pororó. Saca cuentas.

 

Hasta le digo, Sr. Mides, o Midi, de cariño.. que ya no tendría tanto temor a la inseguridad: estaría todo el día en casa, abriría ventanas para demostrar que hay gente, cuidaría mis tan preciadas cosas.. y hasta las mantendría limpias, claramente.

 

Como ve, Midi, la cosa se arregla fácil, lo único que necesitamos de usted es un poco de buena voluntad... y plata, claro, porque yo no tengo pensado dejar de gastar guita. 

 

Gracias por este espacio.

Besis