Drunk se violenta

En  Drunk vivimos para dos cosas: tomar y quejarnos. Hoy nos dedicaremos  a la segunda para seguir un poco con los temas planteados por el Yuba.

Este post, está siendo escrito mientras viajo en el 60 hacia Malvín, lo que nos lleva a la primer queja del día: para cuando todos los ómnibus con Wi-Fi?

Si nuestros amigos de las compañías de transporte hicieran que TODOS los coches contaran con Wi-Fii este post podría ser subido de inmediato al blog, pero como no es así seguramente me olvide de que lo escribí, lo que conlleva el sufrimiento de nuestros lectores por perderse estas joyas de la literatura blogger(?).  Además de que todo es mejor con Wi-Fi. Tal vez la gente no putearía más a los choferes cuando pasan de largo de su parada por ejemplo.

Otra cosa que molesta a la sociedad entera y que tiene que ver con los ómnibus son los putos planchas que van escuchando esa música de mierda a todo lo que da. Los choferes, guardas e inspectores  no les dicen nada, cagándose en esa prohibición aparentemente insignificante que dice que no se pueden usar equipos sonoros en el coche (la cual estoy segura de que tiene algún punto declarando como agravante el hecho de que esa “música” sea cumbia).

Entonces yo pienso cosas como en el ejemplo que daremos a continuación:

SI NADIE LE DICE NADA A ESTOS HIJOS DE UNA RECONTRA PUTA QUE NOS QUIEREN DEJAR SORDOS A TODOS, QUE NO ME VENGAN A DECIR NADA A MI SI PRENDO UN CIGARRO. Y QUE NI SE LES OCURRA SALIR CON EL ESPACIO LIBRE DE HUMO Y EL CANCER, PORQUE LA GENTE NORMAL PREFERIRÍA TENER CANCER, QUE ES MUCHO MENOS NOCIVO QUE ESCUCHAR ESAS TONADITAS TAN MARGINALES.

Bueno,  como decía, mate un plancha, plante un árbol.

Otros seres insoportables en los buses son las viejas que te miran mal para que les des el asiento. Señora,  usted será vieja, pero yo estoy cansada y me duelen los pies. Si encima la señora en cuestión está usando tacos,  le recomendamos que se haga dar.

Mucho peor que este último tipo de pasajero son las viejas que atropellan a todo el mundo para lograr hacer un piquete en la puerta tres paradas antes de bajar.

Viejas cotorrudas, si no van a bajar no hinchen las pelotas.

Otro personaje típico que me saca que quicio es el vendedor/mangueador, que después de hacer un discurso sobre su pérdida de trabajo, la enfermedad de sus cinco hijos que viven bajo el puente, el perro sin una pata y la esposa con retraso mental, cuando ya te parece sentir una música lastimosa de violines en el fondo, sueltan LA frase.

“Porque yo podría salir a delinquir, pero….”

PERO QUÉ LA CONCHA DE TU MADRE? TE TENGO QUE DAR LAS GRACIAS Y PREMIARTE PORQUE NO ME VAS A ROBAR? YO LABURO, NO LE ROBO A NADIE Y NO ANDO PIDIENDO QUE LA SOCIEDAD ME PREMIE NO CON 100, 50 NI 20 PESOS! SEGUÍ EL CAMINO DE LA VIEJA CON TACOS Y HACETE DAR NO POR 1, NI 2, NI 20 NEGROS… POR 500.

Entonces, decía que los ómnibus están llenos de gente insufrible.  No quiero ahora ponerme a hablar de personajes como la gorda que ocupa dos asientos (qué culpa tengo yo de que ella no le quiera aflojar a los alfajores?). Y no nos olvidemos de nombrar a los tipos que se sientan con las piernas tan abiertas que ocupan una cantidad de espacio como para hacerte ir apretada contra la ventana. De nuevo, tengo que ir yo toda apretada solo para que el señor no corra riesgos de apretarse un huevo?

En fin… Nos ocuparemos de ellos otro día.